Trump vs. Xi, cara a cara: la reunión que podría reescribir la rivalidad global del siglo XXI
MERCADOS

Buenos días
Trump busca una victoria rápida en su reunión con Xi Jinping, mientras Macron presiona a la Unión Europea a prepararse para responder con firmeza ante los nuevos controles de exportación de China / China ha tomado la delantera en la guerra comercial con Estados Unidos, usando las mismas armas económicas de Washington para fortalecer su poder industrial y rediseñar el orden global del comercio / Zelenski rechazó ceder territorio a Rusia mientras la Unión Europea aplaza el uso de activos rusos congelados, y la OTAN intercepta aviones rusos tras una incursión en el espacio aéreo de Lituania / El pleno del Partido Comunista chino consolidó el poder de Xi Jinping con una nueva purga militar y un plan centrado en autosuficiencia tecnológica y control interno, en medio de una economía debilitada y creciente “paranoia” política / Trump anunció que Estados Unidos prepara operaciones terrestres en Venezuela para combatir el narcotráfico / Javier Milei se juega su capital político en unas elecciones legislativas marcadas por el ajuste económico, el descontento social y su arriesgada alianza financiera con Donald Trump / Donald Trump canceló las negociaciones comerciales con Canadá tras una campaña de Ontario que criticaba los aranceles, frustrando los esfuerzos del primer ministro Mark Carney por lograr un acuerdo / El S&P 500 se prepara para alcanzar un nuevo máximo histórico impulsado por expectativas de recortes de tasas y estabilidad inflacionaria pese al cierre del gobierno estadounidense / El auge de las ganancias en “America Inc.” oculta una brecha creciente: mientras las grandes tecnológicas impulsan el gasto en inteligencia artificial, el resto de la economía empresarial se frena ante la incertidumbre y el riesgo político / Kai Wu (fundador de Sparkline Capital) advierte que el auge de gasto en infraestructura de inteligencia artificial podría derivar en sobreinversión y bajas rentabilidades, favoreciendo más a los adoptantes de la tecnología que a sus constructores / Los verdaderos ganadores del auge de la inteligencia artificial serán los “beneficiarios ocultos”: empresas de software y datos —como Palantir, Shopify, Snowflake, Nubank o Upstart— que convierten la IA en productividad y margen sin cargar con el costo del hardware ni la infraestructura pesada / El posible interés del gobierno estadounidense en invertir en computación cuántica impulsó las acciones del sector, reflejando la nueva estrategia de Washington para reforzar su dominio tecnológico frente a China / IonQ simboliza la apuesta más pura por la revolución cuántica: una tecnología capaz de redefinir la seguridad, el dinero y la soberanía, que podría convertirse en la Nvidia de los qubits (unidades de información cuántica) / IonQ encarna la utopía cuántica: un futuro de medicamentos, energía y logística reinventados, donde los contratos gubernamentales no son opcionales sino condición de seguridad nacional / IonQ encarna la frontera entre promesa y riesgo: la empresa que busca convertir la ciencia cuántica en la próxima infraestructura crítica de la economía global / Las gafas con inteligencia artificial resurgen como la nueva frontera tecnológica: Amazon las usa para optimizar entregas y Alibaba para ofrecer traducción y asistencia en tiempo real.
Tweet destacado
@haugejostein
Es un buen momento para recordarles a todos este brillante gráfico, que muestra por qué Xi tiene más influencia que Trump en la guerra comercial.
La lógica es simple: para Estados Unidos es más difícil reemplazar sus importaciones de China que viceversa, debido a las diferencias en la complejidad de los productos.

VIDEO DESTACADO
The US–China rivalry is about building separate systems. Neither wants to rely on the other for critical technologies.
— Azeem Azhar (@azeem) October 23, 2025
I spoke to @jordanschnyc about whether their economies are too deeply intertwined for this to happen. pic.twitter.com/YPh4yMbHKb

- Los directores generales de Wall Street tienen más poder desde 2008. (BBG)
- Donald Trump canceló el despliegue de tropas en San Francisco tras la llamada de Jensen Huang (CEO de Nvidia). (CNBC)
- Trump se reunirá con Xi Jinping de China en Corea del Sur la próxima semana. (BBG)
- Estados Unidos puso fin a todas las conversaciones comerciales con Canadá. (BBG)
- Javier Milei se reunirá con Jamie Dimon. (RT)
- Los fondos de inversión globales alcanzaron US$5 billones en activos bajo gestión, con el mayor número de firmas desde 2015. (RT)
- El crédito privado comienza a sacrificar el secreto para captar dinero minorista. (BBG)
- Henry Kravis (cofundador de KKR) no ve riesgo sistémico en el crédito privado. (BBG)
- Las reservas de la Reserva Federal cayeron por segunda semana, enfocando la atención en la reducción cuantitativa. (BBG)
- La inflación en Japón subió a 2,9 % interanual. (CNBC)
- Los inversionistas recortaron asignaciones al sector inmobiliario por primera vez en trece años. (FT)
- La adopción de IA en el sector salud es el doble que en la economía general. (FRB)
- La CEO de Fannie Mae salió antes de su posible OPI(oferta pública inicial). (BBG)
- Beyond Meat (productora de alimentos vegetales) revivió como acción meme, marcando un récord de operaciones minoristas. (BBG)
- FINRA (Financial Industry Regulatory Authority, organismo autorregulador financiero de Estados Unidoss) investiga a broker-dealers ante el auge de esquemas pump-and-dump. (BBG)
- Porsche retrocede en su impulso por los vehículos eléctricos, ya que su nuevo CEO cambia el enfoque a motores de combustión. (FT)
- Rivian (fabricante estadounidense de vehículos eléctricos) pagará US$250 millones para resolver una demanda por fraude en su OPI (oferta pública inicial). (RT)
- Rivian eliminará 600 empleos. (BBG)
- Target recortará 1.000 puestos corporativos. (BBG)
- El FBI arrestó a jugadores y entrenadores de la NBA por investigaciones de apuestas deportivas. (BBG)
- La tasa de aprobación del nivel III de la CFA Institute (organización global de certificación financiera) subió a 50 %. (BBG)
- JPMorgan inauguró oficialmente su nueva sede central. (BBG)
VIERNES DE MERCADOS

IONQ: ¿EL FUTURO DE LA COMPUTACIÓN CUÁNTICA YA ESTÁ AQUÍ?
Durante décadas, la computación clásica avanzó bajo la brújula de la ley de Moore: más transistores, más poder, más velocidad. Pero ese ciclo se acerca a un límite físico: no podemos reducir indefinidamente el tamaño de los chips sin que empiecen a fallar. La computación cuántica surge entonces no como una mejora incremental, sino como un nuevo lenguaje para dialogar con la naturaleza.
IonQ: El salto cuántico que podría transformar la era digital
IonQ (Ticker: IONQ), fundada en 2015 y con sede en College Park, Maryland, es uno de los actores más destacados de la computación cuántica y cotiza en bolsa desde 2021. Su apuesta tecnológica se centra en los iones atrapados, un enfoque que permite operar a temperatura ambiente con puertas cuánticas de alta fidelidad, en contraste con los sistemas superconductores más complejos y costosos de sus competidores. La compañía ofrece acceso a sus equipos a través de plataformas como AWS, Azure Quantum y Google Cloud, además de su propio modelo de quantum computing as a service. Su visión va más allá del hardware: busca impulsar un futuro Internet cuántico, con productos de seguridad como sistemas de distribución de llaves cuánticas y detectores de fotones únicos. Aunque aún reporta pérdidas significativas, IonQ invierte agresivamente en investigación y desarrollo y mantiene alianzas estratégicas con gigantes como AstraZeneca y NVIDIA, apostando por consolidarse como referencia en la próxima era de la computación.
Un nuevo lenguaje
Durante décadas, las computadoras clásicas han avanzado siguiendo la ley de Moore: más transistores, más poder, más velocidad. Pero hemos llegado a un límite físico: no podemos hacer chips mucho más pequeños sin que empiecen a fallar. Aquí entra en juego la computación cuántica, que no se conforma con mejorar lo existente, sino que propone un nuevo lenguaje para hablar con la naturaleza.
En una computadora tradicional, la unidad mínima de información es el bit, que puede ser 0 o 1. En una computadora cuántica, la unidad es el qubit, que puede ser 0 y 1 al mismo tiempo gracias a un fenómeno llamado superposición. Además, los qubits pueden entrelazarse, de manera que lo que sucede en uno afecta instantáneamente al otro, aunque estén separados. Imagina millones de monedas que no caen sólo en cara o cruz, sino en infinitas combinaciones al mismo tiempo, y que además están conectadas entre sí por hilos invisibles.
Con esa diferencia, los problemas imposibles para una computadora clásica —como probar todas las posibles formas de una molécula, reorganizar miles de rutas de transporte global o descifrar códigos complejos— se vuelven alcanzables para una máquina cuántica.
La urgencia cuántica: seguridad nacional y dinero digital en juego
Los gobiernos no pueden darse el lujo de mirar de lejos la revolución cuántica: en un mundo donde la seguridad digital, la defensa y la competitividad económica dependen de algoritmos y datos, quien controle la computación cuántica controlará la infraestructura invisible que sostiene a las naciones. Así como en el siglo XX fue imperativo dominar la energía nuclear y la carrera espacial, en el XXI lo es dominar los qubits. Una computadora cuántica capaz de romper sistemas de encriptación no solo pondría en jaque al sistema bancario global, sino también a las telecomunicaciones, al ejército y hasta a la privacidad ciudadana. Por eso, iniciativas como el CHIPS Act en Estados Unidos o el programa G-QuAT en Japón no son simples apuestas tecnológicas: son seguros de supervivencia nacional en un entorno geopolítico donde el poder ya no se mide en tanques, sino en capacidades de cómputo.
El mundo de las criptomonedas —un mercado de billones de dólares— es otro frente decisivo. Toda su existencia se sostiene sobre la premisa de que las claves criptográficas son imposibles de romper con computación clásica. Una máquina cuántica suficientemente poderosa haría saltar por los aires esa certeza, derrumbando fortunas digitales en segundos. Por eso la inversión en tecnologías cuánticas no es opcional: es un campo donde se cruzan la seguridad nacional, la estabilidad del sistema financiero y el futuro mismo del dinero digital. En este tablero, IonQ aparece no solo como un proveedor de hardware, sino como un actor estratégico en el rediseño de las reglas económicas y políticas de la era cuántica.
El veredicto del mercado
Desde su debut bursátil en enero de 2021, con un precio de apertura de 11.13 dólares, la acción de IonQ ha multiplicado su valor más de seis veces, acumulando un alza cercana al 523 %. Tan sólo en lo que va de 2025, suma otro 66 % de avance. Esta volatilidad refleja el dilema que acompaña a toda tecnología disruptiva: entusiasmo desbordado frente a la promesa, y escepticismo persistente frente a las pérdidas (177.5 millones de dólares sólo en el último trimestre).
Como futurología bursátil, IonQ es la apuesta más pura en el naciente orden cuántico: puede terminar siendo recordada como la Nvidia de la era de los qubits, multiplicando su valor por decenas y marcando un punto de inflexión para la humanidad. O puede quedar como un espejismo tecnológico, víctima de su propio exceso de ambición y de un mercado que exige resultados más rápido de lo que la ciencia puede entregarlos. Lo único claro es que la computación cuántica dejó de ser un tema de laboratorios: es ya un terreno donde se define la soberanía de los Estados, la estabilidad de los mercados y el futuro del dinero. Y en ese terreno, IonQ está en el centro del tablero.
La utopía cuántica
La computación cuántica abre escenarios que parecen sacados de la ciencia ficción. Imaginemos fármacos diseñados en cuestión de días gracias a simulaciones moleculares imposibles para los sistemas actuales. Pensemos en la logística global optimizada al instante: barcos, aviones y camiones que siguen rutas más eficientes, con ahorros colosales en tiempo, dinero y emisiones. Añadamos simulaciones energéticas y climáticas que permitan encontrar nuevos materiales, combustibles o procesos industriales en cuestión de horas. Y sumemos la inteligencia artificial, multiplicada por la potencia cuántica, entrenando modelos en horas en lugar de meses. McKinsey estima que hacia 2035 esta industria podría sumar varios trillones de dólares al PIB mundial.
La competencia
La batalla tecnológica no está resuelta. IBM y Google siguen apostando por superconductores, pese a los problemas de fidelidad y escalabilidad. Rigetti lucha por sobrevivir en un mercado feroz. Quantinuum, respaldada por Honeywell, también apuesta por iones atrapados, aunque IonQ afirma llevarles años de ventaja. El resultado final no está escrito, pero IonQ tiene una narrativa poderosa: menos qubits, más fidelidad, más usabilidad real.
El futuro bursátil
Aquí se abre el verdadero dilema para los inversionistas. Si IonQ cumple su hoja de ruta y llega a 800 qubits lógicos en 2027 y a 80,000 en 2030, su valor de mercado podría multiplicarse por varias decenas y convertirla en la Nvidia de la era cuántica. Pero si la tecnología tropieza, si los contratos no llegan a tiempo o si el mercado se impacienta con pérdidas crecientes, podría quedarse como un espejismo más en la historia de las burbujas tecnológicas.
Los catalizadores son claros: contratos gubernamentales, alianzas estratégicas, adquisiciones bien integradas y avances en el roadmap de qubits lógicos. Los riesgos también: dilución, integración complicada y un burn rate elevado. El desenlace dependerá de si IonQ logra convertir su ciencia en negocio antes de que los inversionistas pierdan la fe.
Cierre
IonQ representa la paradoja del progreso. Puede ser la llave que abra una era de abundancia y descubrimientos, o la caja de Pandora que desestabilice la seguridad digital global. Puede ser la Nvidia de los qubits, o una nota al pie en la historia de la computación. Lo único cierto es que la computación cuántica ya no es un tema de laboratorios, sino de soberanía, dinero y poder. En ese tablero, IonQ está en el centro, y su montaña rusa bursátil refleja tanto la promesa de un futuro monumental como el riesgo de un salto de fe. (Diversas fuentes)
*Ningún valor bursátil o digital, en ninguna de las empresas o criptomonedas mencionadas, forma parte de una recomendación financiera y se realiza únicamente con fines informativos.
LAS MÁS IMPORTANTES DE HOY

1. POLÍTICA INTERNACIONAL.
Donald Trump busca una victoria rápida en la reunión clave que sostendrá la próxima semana con su homólogo chino, Xi Jinping, incluso si el resultado no alcanza el gran acuerdo que desea. Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron instó a los líderes de la Unión Europea a considerar el uso de su herramienta comercial más poderosa contra China si no se logra resolver la disputa sobre los controles de exportación que Beijing planea imponer a materias primas críticas. (BBG)
Lejos de ceder, China está rediseñando el sistema global de comercio sobre las ruinas del viejo orden liberal, ensayando un régimen propio de licencias y control de exportaciones que replica, y a la vez desafía, el modelo estadounidense. En su interior, la guerra comercial ha reforzado el poder de Xi Jinping y legitimado su apuesta por la autosuficiencia tecnológica. Si el encuentro bilateral ocurre, ambos líderes podrían anunciar una tregua simbólica —pausar tarifas y compras agrícolas—, pero el fondo no cambiará: el mundo se encamina hacia una era de mercantilismo armado, donde las dos mayores potencias compiten no por abrir mercados, sino por decidir quién controla las reglas del juego.
China destituyó el 17 de octubre a nueve altos mandos militares del Partido Comunista en una purga de gran perfil que incluyó a varios comandantes y a un miembro del poderoso Politburó de 24 integrantes. Paralelamente, la principal reunión política del año de Xi Jinping exhibió signos de fractura interna: en el cuarto pleno del Partido, celebrado esta semana, asistieron solo 168 de los 205 miembros del Comité Central, la cifra más baja registrada desde los años turbulentos de la Revolución Cultural. (BBG)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que “pronto” habrá operaciones terrestres en Venezuela, como parte de su estrategia para combatir a los grupos del narcotráfico. El mandatario ha insistido en que puede ordenar ataques contra presuntos narcotraficantes sin requerir una declaración formal de guerra por parte del Congreso. La declaración ocurre tras el vuelo de un bombardero estadounidense B-1 cerca de la costa venezolana, en una nueva demostración de fuerza. En respuesta, Nicolás Maduro lanzó un mensaje en inglés: “No war, yes peace, forever”. (CNN)
Javier Milei enfrenta este fin de semana una prueba decisiva en las elecciones legislativas de medio término, en las que se renovará casi la mitad del Congreso argentino. Más que una contienda parlamentaria, la votación medirá el respaldo a su agenda libertaria, su severo programa de austeridad y su cercanía con Donald Trump, quien ha ofrecido un rescate financiero de hasta 40 mil millones de dólares tras el desplome electoral del oficialismo en Buenos Aires. Aunque Milei logró estabilizar una economía al borde del colapso —reduciendo la inflación del 300% al 32% y la pobreza a mínimos desde 2018—, el costo político ha sido alto: tarifas multiplicadas, descontento social y escándalos de corrupción que erosionan su imagen de “antisistema”. Su emblemática motosierra, símbolo de su estilo rupturista, ha desaparecido de la campaña, reflejo de un líder que intuye que el ajuste ya no inspira épica, sino cansancio. (BBG)

2. ECONOMÍA INTERNACIONAL
El S&P 500 se encuentra nuevamente al borde de un máximo histórico, impulsado por el optimismo previo a la publicación de los nuevos datos de inflación. En tres de las últimas cinco ocasiones, el índice marcó récords justo después de los reportes del índice de precios al consumidor, lo que sugiere que el mercado ha internalizado una narrativa de estabilidad y gradual relajación monetaria. Aun con el gobierno estadounidense parcialmente cerrado, la Casa Blanca decidió publicar los datos de inflación, reconociendo su relevancia para los mercados en medio del vacío estadístico. Los analistas esperan un aumento interanual de 3.1% tanto en el CPI general como en el subyacente, cifras que mantienen la tendencia de moderación sin alterar significativamente las expectativas de política monetaria.
La Reserva Federal parece decidida a mantener su hoja de ruta hacia recortes de tasas, con una primera reducción casi asegurada la próxima semana y otra en diciembre. El propio Jerome Powell ha admitido que los riesgos en el mercado laboral se han incrementado, y que un tono más expansivo podría ser necesario para evitar un enfriamiento abrupto. En este contexto, cualquier lectura inflacionaria ligeramente superior probablemente será interpretada por los inversionistas como una oportunidad de compra, reforzando la dinámica alcista. Con la combinación de expectativas de recorte y buenos resultados corporativos, el S&P 500 se prepara para cerrar la semana con un tono claramente optimista y con el impulso suficiente para marcar un nuevo récord histórico. (OBD)
La sola posibilidad de que el gobierno estadounidense tome participación en una empresa se ha convertido en una nueva fuerza de mercado. Tras reportes de que la administración Trump evalúa invertir en compañías de computación cuántica —junto con sectores estratégicos como semiconductores y minerales críticos—, las acciones del sector se dispararon, recordando el efecto que tuvo la inversión pública en Intel o Lithium Americas. Esta alineación entre Washington y Wall Street responde a un objetivo común: asegurar la supremacía tecnológica frente a China. Sin embargo, la computación cuántica sigue siendo un campo experimental y volátil; más una promesa a largo plazo que una fuente inmediata de rentabilidad. (BI)
Las grandes empresas estadounidenses viven un auge histórico de ganancias y gasto de capital, pero con una brecha creciente entre los gigantes tecnológicos y el resto de la economía. Mientras los “diez magníficos” de la inteligencia artificial —Nvidia, Apple, Microsoft, Amazon, Meta, Tesla, Oracle, Broadcom, Alphabet y Palantir— concentran la mayor parte de la inversión,sectores tradicionales como el automotriz, energético o de consumo recortan su capex ante la incertidumbre generada por las políticas comerciales y arancelarias de Trump. En total, casi la mitad de las compañías del S&P 500 redujo su gasto en infraestructura, pese a que el promedio general refleja un aumento superior al 20%. La paradoja es que la prosperidad bursátil de “America Inc.” se sostiene sobre un gasto concentrado en la IA, mientras la economía no digital —asfixiada por tarifas, deuda y volatilidad regulatoria— parece quedarse paralizada frente a un futuro cada vez más controlado por los grandes constructores del nuevo orden algorítmico. (TE)
Sam Altman ha hecho de la fe su modelo de negocio. Lo que comenzó como una idea sobre la importancia de creer “casi hasta estar delucional” hoy define la estrategia de OpenAI: convertir ChatGPT en una interfaz universal capaz de actuar como asistente, médico, DJ o agente de viajes, con socios como Spotify, Expedia y Walmart. Sin embargo, su historia está marcada por giros constantes: promesas que se reformulan, objetivos que se difuminan y discursos que cambian según el contexto. La “IA para elevar a la humanidad” ahora es “superinteligencia digital”, y su postura frente a la regulación varía entre pedir más control y advertir sobre el exceso de control. Altman quiere que ChatGPT esté en todas partes, pero la verdadera pregunta es si esa omnipresencia representa progreso o solo otra ilusión bien contada.
Sam Altman ha convertido la fe en su principal producto (él mismo). Lo que comenzó como una idea sobre la necesidad de creer “casi hasta el delirio” hoy define la estrategia de OpenAI: hacer de ChatGPT una interfaz universal capaz de fungir como asistente, médico, DJ o agente de viajes, con aliados como Spotify, Expedia y Walmart. Pero su trayectoria está marcada por giros constantes: promesas que se reformulan, metas que se diluyen y narrativas que cambian con cada ciclo de entusiasmo. La “IA para elevar a la humanidad” se transformó en “superinteligencia digital”, y su discurso sobre la regulación oscila entre exigir control y temerlo. Altman aspira a que ChatGPT esté en todas partes (y de alguna manera ya está); la duda es si esa omnipresencia será un avance real para la humanidad o simplemente otra ilusión bien diseñada por sus creadores para concentrar poder. (Quartz)
Frente a esas visiones, una tercera vía comienza a tomar forma: la inteligencia aumentada. Propuesta por investigadores como Andrej Karpathy, plantea que la IA no debe sustituir al ser humano, sino amplificar su pensamiento y creatividad. Este modelo de cooperación cognitiva —donde la máquina procesa y el ser humano interpreta— redefine la competencia global: Estados Unidos busca liderar como proveedor de inteligencia aumentada, China impulsa su soberanía digital y Europa aún intenta delinear su papel. América Latina, si no desarrolla sus propios modelos y alianzas, corre el riesgo de quedar confinada al rol de usuaria pasiva. El verdadero desafío no será resistir a la IA, sino decidir quién la gobierna y con qué propósito: si servirá para sustituir al juicio humano o para fortalecerlo.
El precio del petróleo subió más de 5% un día después de que la administración Trump impusiera sanciones a las dos mayores petroleras rusas, Rosneft y Lukoil. El jueves, la Unión Europea adoptó medidas similares contra el sector energético ruso, con el objetivo de forzar un alto al fuego en Ucrania. El presidente Vladimir Putin calificó las sanciones estadounidenses como un “acto inamistoso” y afirmó que “ningún país que se respete a sí mismo” cederá ante ese tipo de presiones. (TE)
Donald Trump anunció el fin de las negociaciones comerciales con Canadá tras una campaña publicitaria lanzada por la provincia de Ontario. El expresidente se quejó de un anuncio que pronto se transmitirá en la televisión estadounidense y que muestra a Ronald Reagan “hablando negativamente sobre los aranceles”. La decisión supone un revés para el primer ministro canadiense, Mark Carney, quien buscaba un acuerdo que redujera los aranceles impuestos por Trump a los productos canadienses. (TE)
Donald Trump indultó a Changpeng Zhao, cofundador de Binance, el mayor exchange de criptomonedas del mundo. Zhao se había declarado culpable en 2023 por violaciones a las leyes contra el lavado de dinero y cumplió una condena de cuatro meses en prisión. La administración Trump, que ha impulsado políticas favorables a las criptomonedas, sostuvo que Zhao fue “perseguido injustamente” durante la “guerra contra las criptomonedas” del expresidente Joe Biden. Tras recibir el perdón, Zhao prometió convertir a Estados Unidos en “la capital global del cripto”. (TE)

3. INNOVACIÓN, TECNOLOGÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO
El auge del gasto en infraestructura de inteligencia artificial ha llegado a un punto de inflexión: las grandes tecnológicas estadounidenses —lideradas por Nvidia, Microsoft, Amazon y Meta— invertirán cerca de 400 mil millones de dólares este año en centros de datos, chips y energía. Sin embargo, la historia sugiere prudencia. Al igual que los ciclos de sobreinversión en ferrocarriles o fibra óptica, el frenesí actual podría desembocar en exceso de capacidad, competencia feroz y rentabilidades decrecientes. Según el análisis de Kai Wu (fundador y director de inversiones de Sparkline Capital), el “capital cycle” tiende a castigar a las compañías que expanden agresivamente sus activos físicos: desde 1963, las firmas con mayor crecimiento en gasto de capital han rendido en promedio 8% anual menos que sus pares conservadoras. La paradoja es que las “Magníficas 7”, antaño modelos de eficiencia por su estructura ligera basada en intangibles, están mutando hacia un perfil industrial pesado —más parecido a empresas de servicios públicos que a innovadores digitales— lo que podría erosionar su rentabilidad futura.
El estudio sugiere que el verdadero valor estará en los “beneficiarios ocultos” de la revolución de la inteligencia artificial: compañías que adoptan la tecnología sin asumir el peso del gasto masivo. Así como las burbujas ferroviaria y de telecomunicaciones terminaron beneficiando a clientes y nuevas industrias más que a los constructores, la actual expansión podría subsidiar a sectores que integren la IA en logística, finanzas, salud o manufactura. Wu propone una estrategia de “valor intangible” para navegar este ciclo: mantener exposición estructural a la inteligencia artificial, pero rotando desde los grandes constructores hacia adoptantes con menores requerimientos de capital y valuaciones más razonables. En suma, la revolución de la IA podría ser económicamente transformadora, pero no necesariamente rentable para quienes están construyendo sus cimientos. (Sparkline Capital)
A esta narrativa se suman Nubank (banca digital con IA para gestión de riesgo y servicio al cliente) y Upstart (plataforma crediticia que reemplaza el scoring tradicional con aprendizaje automático), dos fintech que simbolizan la disrupción financiera del nuevo ciclo tecnológico. Ambas aprovechan la IA para generar ventajas estructurales sin construir infraestructura pesada, situándose más cerca del software que del silicio. En la historia del capital, son estos “rule breakers” quienes suelen prosperar cuando el polvo del exceso de inversión se asienta: los que no fabrican los rieles del tren, sino los que aprenden a recorrerlos con mayor inteligencia y velocidad.
Aunque la inteligencia artificial transformará la economía global, las valoraciones actuales de las “acciones de IA” ya reflejan una euforia similar a la de la burbuja puntocom. La investigación —Investing in AI: Navigating the Hype— propone aplicar un enfoque de “valor intangible”, que combina datos no estructurados (patentes, talento, comunicaciones corporativas) con análisis de precios, para distinguir entre empresas genuinamente innovadoras y aquellas infladas por la narrativa. Al igual que en los noventa, la lección central es que la tecnología puede ser revolucionaria y, sin embargo, devastadora para los inversionistas que paguen demasiado por ella. El modelo identifica oportunidades en compañías con fundamentos sólidos, exposición real a la IA y valuaciones razonables, subrayando que en esta nueva era no basta con apostar por la innovación: hay que invertir con inteligencia en la inteligencia artificial. (Sparkline Capital)
Las gafas con inteligencia artificial están viviendo un verdadero regreso. Tras el lanzamiento de las Ray-Ban Meta, Amazon y Alibaba apuestan por convertir los wearables en la próxima gran plataforma después del smartphone. Amazon desarrolla gafas inteligentes para sus repartidores: escanean paquetes con solo mirarlos, dan indicaciones paso a paso, registran entregas y detectan peligros, todo sin usar las manos. Están conectadas a un controlador en el chaleco con batería intercambiable y botón de emergencia, y pronto incorporarán funciones como detección de mascotas o corrección automática de errores de entrega. Alibaba, en cambio, apunta al consumidor con sus nuevas Quark AI Glasses, impulsadas por su modelo de lenguaje Qwen, que ofrecen traducción en tiempo real, llamadas, música y acceso a su asistente conversacional. La diferencia respecto a los antiguos y fallidos Google Glass es que ahora la IA realmente “ve” y entiende el entorno, transformando la visión en una nueva interfaz digital. (The Neuron)

Esta semana:

- Las fusiones y adquisiciones en criptomonedas aumentaron por 30 veces a medida que firmas especializadas se trasladan hacia el mercado generalista.
- Donald Trump indultó al fundador de Binance, CZ (Changpeng Zhao).
- Trump podría no necesitar aprobación del Congreso para lograr una victoria legislativa en materia de criptomonedas.
- Un supuesto “inversionista interno vinculado a Trump” cerró una posición corta de US$200 millones en Bitcoin.

- Paramount y Skydance lideran la carrera para adquirir Warner Bros. Discovery, a pesar del rechazo de múltiples ofertas cercanas a los US$60.000 millones; Apple, Netflix y Comcast también figuran entre los interesados.
- Las firmas de Private Equity Advent y TA Associates exploran la venta de Conservice (empresa de gestión y facturación de servicios públicos) por una valoración entre US$4.500 millones y US$5.000 millones.
- JERA (mayor generadora eléctrica de Japón) acordó comprar activos de gas shale en Estados Unidos a Williams, GeoSouthern Energy y su empresa conjunta GEP Haynesville II por US$1.500 millones.
- Goldman Sachs está cerca de cerrar un acuerdo para adquirir una participación mayoritaria en Excel Sports Management (agencia de representación deportiva) con una valoración de US$1.000 millones.
- OpenAI adquirió Software Applications (startup que desarrolla una interfaz de usuario basada en IA para Mac).
FUENTES
AVISO LEGAL
News Sensei siempre recomienda a sus lectores realizar su propio due dilligence antes de realizar cualquier inversión sobre algún valor mencionado directa o indirectamente en su brief. Cualquier material en este documento, debe considerarse información general, y no es una recomendación formal de inversión.
Revise nuestra politica de privacidad en: https://newssensei.com/
Read next
México gasta más de lo que crece, un déficit que ya no se puede esconder
Entre el dragón y el águila: el mundo atrapado entre la sobrecapacidad china y el proteccionismo estadounidense
Comments ()